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sábado, 12 de octubre de 2013

Esencias Cofrades en el Besamanos Extraordinario en honor de Ntra. Sra. de la Paz y Esperanza por el Año de la Fe

Extraordinario reportaje de Andy Fresno del Besamanos celebrado el pasado 14 de Septiembre en honor de Nuestra Señora de la Paz y Esperanza con motivo de la celebración del Año de la Fe.

sábado, 21 de septiembre de 2013

Así comenzó la Historia...

El 24 de febrero de 1940, Ntra. Sra. de la Paz y Esperanza fue tomada por los RRPP Capuchinos y a hombros de tan singulares costaleros entró por primera vez en la que sería su casa...LA PAZ LLEGÓ A CAPUCHINOS...y así comenzó la HISTORIA.

Dios te Salve Reina de Capuchinos,
Madre y Paloma Soberana...
alumbra con tu luz ese destino
que la vera del Padre nos depara;

Dios te Salve Esperanza de los hombres,
Paz Verdadera del Cielo,
Eterno es el mensaje de tu Nombre,
Deseo en el espíritu de los pueblos.

Dulzura que se esconde en los adentros
y gobierna mi creencia, en el desierto
de la duda que habita los sentimientos,
cuando azota el temporal del sufrimiento.
Rocío que derrama en Tierra Santa
el Supremo Hacedor de tierra y Cielo...
eres piedra que soporta y que nos guarda
de batallas y de resentimientos.

Paz y Esperanza...Avemaría
de mis andanzas...Tú eres la guía;
me das la Gracia
y el don de tu Compañía.
Córdoba entera
será tu fuero y tu Cofradía.

Que mis hombros te sirvan de consuelo
para el llanto que te hiere;
yo seré siempre el más fiel de tus cirineos
haga frío o calor o el Cielo truene.

Pastorea este rebaño a tu ribera
y llévame a Capuchinos;
y mi copla vuelva a ser la mensajera
de tu fe, por los siglos de los siglos.

Tú serás, Señora, mi única bandera.
Ni la distancia ni el tiempo, serán olvido
para el santo baúl de mis recuerdos
que quisieron vivir en Capuchinos.
Y mi canto inundará tus dos orillas
dando gloria al brillo de tu mirada
y yo se que pagarás con tu alegría,
los sudores que por ti mi alma regala.

Paz y Esperanza...Avemaría
de mis andanzas...Tú eres la guía;
me das la Gracia
y el don de tu Compañía.
Córdoba entera
será tu fuero y tu Cofradía.

Guillermo Rodríguez




...Más de setenta años después, la Hermandad continúa sin celebrar uno de los acontecimientos fundamentales de nuestra historia. La llegada a Capuchinos de la Paz...

viernes, 20 de septiembre de 2013

Dios te Salve Reina de Capuchinos

El 24 de febrero de 1940, Ntra. Sra. de la Paz y Esperanza fue tomada por los RRPP Capuchinos y a hombros de tan singulares costaleros entró por primera vez en la que sería su casa...LA PAZ LLEGÓ A CAPUCHINOS...y así comenzó la HISTORIA.

Dios te Salve Reina de Capuchinos,
Madre y Paloma Soberana...
alumbra con tu luz ese destino
que la vera del Padre nos depara;

Dios te Salve Esperanza de los hombres,
Paz Verdadera del Cielo,
Eterno es el mensaje de tu Nombre,
Deseo en el espíritu de los pueblos.

Dulzura que se esconde en los adentros
y gobierna mi creencia, en el desierto
de la duda que habita los sentimientos,
cuando azota el temporal del sufrimiento.
Rocío que derrama en Tierra Santa
el Supremo Hacedor de tierra y Cielo...
eres piedra que soporta y que nos guarda
de batallas y de resentimientos.

Paz y Esperanza...Avemaría
de mis andanzas...Tú eres la guía;
me das la Gracia
y el don de tu Compañía.
Córdoba entera
será tu fuero y tu Cofradía.

Que mis hombros te sirvan de consuelo
para el llanto que te hiere;
yo seré siempre el más fiel de tus cirineos
haga frío o calor o el Cielo truene.

Pastorea este rebaño a tu ribera
y llévame a Capuchinos;
y mi copla vuelva a ser la mensajera
de tu fe, por los siglos de los siglos.

Tú serás, Señora, mi única bandera.
Ni la distancia ni el tiempo, serán olvido
para el santo baúl de mis recuerdos
que quisieron vivir en Capuchinos.
Y mi canto inundará tus dos orillas
dando gloria al brillo de tu mirada
y yo se que pagarás con tu alegría,
los sudores que por ti mi alma regala.

Paz y Esperanza...Avemaría
de mis andanzas...Tú eres la guía;
me das la Gracia
y el don de tu Compañía.
Córdoba entera
será tu fuero y tu Cofradía.

Guillermo Rodríguez



...Más de setenta años después, la Hermandad continúa sin celebrar uno de los acontecimientos fundamentales de nuestra historia. La llegada a Capuchinos de la Paz...

miércoles, 22 de mayo de 2013

Te buscaré

...en el silencio de la madrugada, a veces sólo Tú eras refugio de mis desvelos en la soledad de mi cuarto adolescente, con aquella maravillosa foto de tu bendito perfil que glorificaba la cabecera de mi cama...

Acostado, en la penumbra,
tu perfil siempre me inspira;
 son tus ojos que me alumbran
de los que mi fe respira.

Glorificas cada instante
en que habitas el recuerdo
 dando Paz al caminante
que cobijas en tu huerto.

El brillo de tu mirada
es hiriente sentimiento,
 de una Madre a quien robaban
y sumían en tormentos.

Bebí Esperanza en tu gesto
una tarde en primavera;
en tu jardín hallé el resto
y hoy mi alma te venera.

Y siempre te buscaré
en tu casa capuchina
y jamás me alejaré...
que el sentimiento no olvida
cuando se nutre de fe.

Guillermo Rodríguez



martes, 21 de mayo de 2013

La herencia de tu gubia

Tú quisiste, Madre Mía, aparecer entre la sinrazón y el odio fraternal... e inundar nuestras esquinas de Esperanza; para que brotaran simientes de Paz en el erial del jardín de nuestros abuelos...y quisiste que fueran sus manos las que plasmaran tu belleza...


Entre permiso y permiso
que el frente te concedía,
hallaste el tiempo preciso
para tallar a María;
fue como un sueño que quiso
brotar en Andalucía
para dar Dios a sus hijos
la Paz que todos querían.


Nació su luz de tus manos,
gubia de amor verdadero,
¿quién hubiese imaginado
tanto fervor cofradiero?;
y cada Miércoles Santo
sigue vivo tu recuerdo,
mientras consuelas el llanto
de "tu Niña", desde el Cielo.

Me acuerdo de tus palabras
a los pies de la Señora
y de tu alma cansada
siempre junto a la Paloma;
"esta es mi Niña" contabas,
verdades que otros ignoran,
y tus ojos delataban
quién vivía en tu memoria.

Pasó la vida y el tiempo
te arrancará del olvido,
porque el profundo respeto
es sincero y bien nacido;
sólo el amor que da el pueblo
sabe ser agradecido
y no aprende de decretos
ni palabras sin sentido.

Tu deseo de Esperanza,
se convirtió en Paz del Cielo...
y se quedó en Capuchinos
para ser nuestro consuelo.

  Guillermo Rodríguez      



Juan Martínez Cerrillo.

Nació en Bujalance el 4 de Abril de 1910 y se trasladó a Córdoba a los seis años, donde adquirió una sólida formación artística, primero en la Escuela de Artes y Oficios y después en el taller de Rafael Díaz Fernández. En Córdoba realizó toda su copiosa obra, tan rica como diversa, puesto que este notable creador, de espíritu polifacético, se desdobló en las más distintas facetas del arte. Fue pintor paisajista en su juventud, pero tras la Guerra Civil de 1936-39 se apasionaría por la escultura en general y por la imaginería procesional en particular.

Más tarde, sin abandonar ambas facetas, Martínez Cerrillo dirigiría sus afanes creadores hacia los cueros artísticos. Sobre todo en la imaginería procesional su labor fue extraordinaria. A lo largo de su vida talló una larga serie de sesenta vírgenes dolorosas y de gloria que se hallan repartidas por Córdoba capital y provincia, pero también por numerosos puntos de España, Bélgica, Argentina, Venezuela y Panamá. También realizó una serie de 38 imágenes de Cristo.

Entre su producción imaginera relacionada con la Semana Santa de Córdoba, destacan las vírgenes de la Paz y Esperanza (1939), la Alegría (1944), la Esperanza (1947) y la Piedad (1958). También son importantes los cristos de la Humildad y Paciencia (1944), La Sentencia (1945), Las penas de San Andrés (1954) y la Entrada Triunfal en Jerusalén (1963). En la provincia cordobesa son también muy numerosas sus obras: vírgenes de los Dolores de la Vera Cruzde Fernán Núñez, y de la Pazde Lucena, así como varias imágenes titulares de la Semana Santa de su Bujalance natal.

Además de esta labor imaginera, caracterizada por un barroquismo de dulzura expresiva, alejada del desgarro expresionista, Juan Martínez Cerrillo, como pintor al óleo realizó una bella serie de cuadros teniendo como tema todos los pasos de Semana Santa de Córdoba, y otra sobre los patios típicos cordobeses. Fue un dominador del procedimiento de ejecución del arte del cuero, con el que realizó muchas obras sobre temas religiosos y populares andaluces. Su última obra fue el camarín de Ntra. Sra. de la Paz y Esperanza del convento del Santo Ángel (RRPP Capuchinos) en guadamecí. Falleció en Córdoba el 6 de Octubre de 1989.



jueves, 16 de mayo de 2013

En el Carmen tu nido


Emigraste aquél invierno del nido de tu casa capuchina, dejando al barrio huérfano de tu esencia. Te fuiste sin hacer ruido, como se marcha la luna en mitad de la madrugada, acompañada por parte de tu rebaño, en silencio... y te encontré en un oasis que jamás había sentido mío, en un pedacito de gloria, en los arrabales de tu olvidado pasado, en un altar con aroma marinero, donde te arroparon con un manto de altruismo. Y hasta allí emigré para contarte mis cosas, como siempre... y aprendí a querer a la que extiende sus redes cada quince de julio por las calles de la ciudad. Y comprendí que por más lejos que te lleven, por más que pasen los años y por más recovecos que tengan los senderos que llevan a tu presencia, por los siglos de los siglos estaré donde Tú estés...



Un sendero a Puerta Nueva,
arrastrando mis miradas...
fue tu nido hasta primavera,
el fresco oasis donde me esperabas.

Te busqué en tu hogar capuchino,
pero no estabas...
y sediento de tu gesto
hallé tu Paz donde me indicaban.

Gracias Madre Marinera,
hiciste un hueco en tu barca,
y así la Blanca Paloma
tuvo un lugar donde venerarla.

A su vera el Padre Humilde,
te miraba, Carmen, a la cara.
Es un honor Madre Mía
ver en tu pecho nuestra medalla.

El Carmen, la Gloria Misma,
fue el Edén de mis sueños,
con la Reina del Carmelo
y enfrente la Pazdel Cielo.

Tuviste amor carmelita
sirviéndote noche y día
y tu gente capuchina
viniendo a verte en romería.

Volvieron las golondrinas,
como cada primavera
y como la luz del día
volviste a casa con la marea.

Mi historia guarda un tesoro
de gratitud infinita
a todos nuestros hermanos
de mi Hermandad Carmelita.

Y regresaste por Nisán, entre oleadas de devoción, para inundar de nuevo las calles de tu barrio, ese que ya casi no pisas cada Miércoles Santo... los que estuvimos cerca aquellos días que el destino nos regaló, siempre atesoraremos en un rincón del alma la infinita gratitud a los que te dieron cobijo aquel lejano invierno que muchos han olvidado...


En enero de 1997 el convento del Santo Ángel fue objeto de una profunda y necesaria restauración que obligó a la hermandad de la Paz y Esperanza a buscar un hogar alternativo para sus Benditos Titulares. Tras sopesar diversas opciones, la decisión fue trasladar el culto a la Iglesia conventual del Carmen Calzado (el Carmen de Puerta Nueva). Allí, frente a la mirada de la Virgen del Carmen, en el pequeño ara que existe al pie del altar mayor, recibieron culto durante el invierno Ntro. Padre Jesús de la Humildad y Paciencia y Ntra. Sra. de la Paz y Esperanza. Allí tuvieron lugar también los cultos cuaresmales en honor al Señor. Y allí, aprendimos a tener nuestra segunda casa para siempre. La semana previa al Viernes de Dolores del mismo año se produjo el regreso a Capuchinos.


A raiz de aquel hecho histórico, que ha supuesto la única vez que nuestros titulares han abandonado Capuchinos desde 1940 (el Señor jamás había salido de Capuchinos) se incorporó al cortejo penitencial de la cofradía el estandarte de la hermandad del Carmen. Del mismo modo, una representación de la hermandad de la Paz acompañó hasta el año 2006 a la Virgen del Carmen en su salida. Inexplicablemente esta tradición se truncó a partir de entonces. Quiera Dios, que del mismo modo que aprendimos tanto aquellos días, aprendamos a no olvidar nunca nuestro pasado, más allá de lo que recojan las actas, y seamos capaces de transmitir al pueblo de Córdoba y las futuras generaciones de hermanos, todos y cada uno de los hechos que forman parte de la historia de la hermandad.

Guillermo Rodríguez


lunes, 6 de mayo de 2013

Mi promesa


Dijo una vez el poeta que promesas no son promesas si no cuesta lo ofrecido. Me contaron que siendo muy niño, por razones de trabajo, llegó la Semana Santa sin poder regresar a orillas del Guadalquivir. Siempre volvíamos por aquellas fechas al hogar, para respirar esa fusión de azahar, incienso y cera que existe en Andalucía. Pero en aquella ocasión no fue posible. Mi padre nunca hablaba de ello, pero mi madre me explicó que aquél Miércoles Santo, cuando llegó la hora en que la cruz de guía debía pisar las piedras de Capuchinos, él se enclaustró en la celda de su cuarto y no volvió a salir hasta la mañana siguiente. Siempre pensé que debió ser duro, pero que quizás no fue lo suficientemente fuerte para afrontarlo, que en realidad “no era para tanto…”; hasta aquel extraño sueño…


Ya se sabe qué sucede cuando estamos en los brazos de Morfeo; desconozco los motivos, ni qué pedí a cambio, pero había hecho promesa de faltar a mi cita de cada primavera con mi túnica blanca, como uno más en el firmamento de luminarias que alumbran sus benditas pupilas. En mi sueño, llegaba el Domingo de Ramos con un intenso aroma a cofradía. Podía escuchar cornetas en la lejanía, respirar el relajante frescor de la mañana de abril y sentir el sonido del fleco de bellota golpeteando contra los varales de plata: De pronto, el domingo se convirtió en Martes Santo. Yo rezaba frente a su palio casi terminado, a expensas únicamente de la profusa ofrenda del florista de su edén errante, observando su gloria y fantaseando que la Señora imaginaba al humilde Rey de los Cielos navegando en un mar de sentimientos.

Súbitamente comencé a experimentar una indescriptible desazón. Había llegado el momento de cumplir mi promesa. Me invadió la angustia y la tristeza, y una erupción de lágrimas se derramó del volcán de mi alma, sintiéndome incapaz de inspirar. Y entonces, mi naturaleza se rebeló y mi espíritu fue consciente de que era imposible cumplir aquella promesa… y todo mi ser se desbocó en un arrebato de locura que me lanzó a una frenética carrera buscando sus orillas… rompí mi promesa… no pude hacerla realidad…

Me desperté con una extraña sensación, envuelto en el recuerdo de mi padre y la injusticia de mi dictamen emitido, de mi prejuicio. Y fui plenamente consciente del dolor que debió sufrir su corazón, porque él no pudo descontar la distancia y tuvo que tragarse el tormento y las lágrimas en silencio, en la soledad de su cárcel de lejanía…


Despierta Córdoba mía
bella princesa encantada.

Sabores de primavera,
palmas, domingo de Ramos,
incienso, flores y cera,
un redoble de tambores
y sonidos de cornetas.

Y entre el fresco aroma
de mi tierra, se respira
un amargo olor
de una promesa que cautiva
mi ansia de cofradía.

Y llora mi alma
pensando en el lento
caminar del nazareno
y un palio mecido
al son de Campanilleros.

El Martes Santo es preludio
de pasiones y delirios.

Vestida con blanco manto
espera en trono de Reina,
San Rafael entretanto
contemplando su belleza
se ha dormido allá en lo alto.

Sueña entre las flores
con el rostro de su hijo,
con su andar sereno
y con su paso entre el gentío,
y siente un escalofrío.

Lucen los claveles,
lirios y gladiolos
para Ti Paloma Blanca,
saetas y palmas,
Córdoba entera te canta.

Y la ilusión que se muere
entre penas concebidas.

Las lágrimas me caían
porque la Paz de María
llenaba otros corazones
y hasta el mío no alcanzaba
sino a través de oraciones.

La puerta cerrada,
 sólo yo con mi agonía,
pensando en silencio
quiero verte Madre Mía...
la promesa se rompía.

Loco fui a buscarles,
sin verte en la calle
Padre Mío no me quedo,
lo intenté Señora
y te juro que no puedo.

Te vi Señor caminando
quise sentir tu mirada.

Y me inundó la alegría
con las notas de una marcha,
y una saeta se oía
de una voz rota y gitana
que sonaba a Andalucía.

Y entre los clamores
de su barrio, mi Sultana
bailaba Rocío,
Jueves Santo Madrugada,
el pueblo ¡Guapa! gritaba.

Aquella promesa
la rompí sediento
de la Paz y la Esperanza
que brindó María,
llenando toda mi alma.

Mi promesa se rompió
que yo no puedo quedarme
separado de tu amor
se que sabrás perdonarme,
culpable fue el corazón.

Guillermo Rodríguez








lunes, 29 de abril de 2013

Mis dos medallas


Despertó la mañana. Un rayo de sol entró por el cristal de mi ventana acariciando mi cuarto con una luz diferente. Yo sabía que aquél día sería distinto, especial… mis padres me habían dicho que aquello jamás había sucedido. Y que era posible que jamás volviese a suceder. Cuando era niño, siempre eran especiales aquellos días de enero. Eran tiempos de blancura; sin dobleces, sin miradas esquivas, sólo nosotros y Ella….y tu gente, nuestra gente, entonces aún era nuestra gente… Entramos por la puerta de tu casa, y allí estabas, como si fuese Miércoles en lugar de domingo.

Era un sueño; Capuchinos era un sueño. Un sueño maravilloso de bambalinas y de cera, de flor blanca y de faldones verdes. Y Tú, sólo Tú, impregnándolo todo con tu inmaculada blancura, esperándome en tu palio. Me quedé frente a ti sin saber qué decir, sin saber qué hacer. No olía a azahar en la calle ni calentaba el sol de primavera, y sin embargo, habitabas tu peana de plata tras tu candelería, esperando ansiosa el momento en que tu cuadrilla te llevara hasta el Cielo por obra y gracia del martillo del timonel de tu Grandeza. Entonces ocurrió. Un sonido diferente se escuchó en la orilla de tu Reino. Y se abrieron tus puertas. Y una corte de gentes engalanadas de otro tiempo cruzó el cancel de tu morada, con el Simpecado de su fe al frente, y una ofrenda de aquella música ancestral que lo inundó todo de un hechizo infinito y puro…. Y en el espíritu, la Blanca Paloma que gobierna la marisma, la que manda en Almonte y pastorea desde hace siete siglos cada rincón de Andalucía… no estaba aquí, pero todos la sentimos como si así fuera, como si hubiese surcado las escaleras del convento, navegando, y se acercase lentamente, para pararse frente a la Palomacapuchina… fue mágico, celestial… y entronizaron su Bendita efigie entre los cirios que te alumbran. Y un ¡A esta es! se escuchó entre el silencio sublime. Y pude ver, sentir, tu mecía aquella increíble mañana, de aquél insólito veinticuatro de enero que el destino quiso regalarnos para que habitara nuestra memoria como el más bello de los recuerdos. Desde entonces, mi corazón tiene dos verdades, dos amores. Uno que florece en primavera y otro que riega mi fe cada Pentecostés; los dos puros, blancos y eternos, los dos hermosos y fascinantes, dos amores simbolizados en dos medallas de plata que atesora mi orgulloso pecho…

Llevo en mi pecho
mis dos medallas,
en mis adentros 
atesoradas.

Cordón dorado
de mi Rocío,
deseos de plata
por el camino.

De blanco y verde,
Paz y Esperanza,
tu me proteges
Paloma Blanca.

Son dos amores
de peregrino
los que florecen
en Capuchinos.

Mis dos luceros
las devociones
que yo venero
entre oraciones
por ellas muero.

Guillermo Rodríguez




El domingo 24 de enero de 1982 la hermandad de Ntra. Sra. Del Rocío de Córdoba y la hermandad de la Paz se hermanaron en un precioso acto en el que se hizo entrega de una imagen de la Virgen del Rocío,  en plata y marfil que fue entronizada en la delantera del paso de palio de la Reina de Capuchinos, figurando desde entonces en su estación de penitencia del Miércoles Santo, en una singular ceremonia oficiada por Fray Ricardo de Córdoba. La importancia histórica de la fecha es doble. Por un lado porque supuso el origen de una relación que se ha perpetuado en el tiempo y que se traduce cada año en la presencia de una representación de cada hermandad en la solemne salida de la otra; el Miércoles Santo una presidencia rociera camina tras el manto de la Paz y cada comienzo de romería del Rocío, una representación de la hermandad capuchina precede a la carreta del Simpecado de la corporación rociera al iniciar su peregrinación a la aldea almonteña.  El otro elemento histórico consiste en que, hasta el momento, ha sido la única vez que el paso de palio de la Virgen de la Paz se ha montado en su totalidad dentro de la Iglesia Conventual del Santo Ángel.


domingo, 28 de abril de 2013

Bajo la luz de tu mirada: Paz y Esperanza

Reportaje de Nuestra Señora de la Paz y Esperanza el pasado Miércoles Santo según el sentimiento hecho imagen de de José Luis Ruiz cuyo Blog Bajo la luz de tu mirada recomendamos visitar.










Recordatorio Crónica Gráfica

jueves, 25 de abril de 2013

miércoles, 24 de abril de 2013

El pueblo lo sabe

Mi infancia es un humilde palio de malla inundando el cielo estrellado de la noche del Miércoles Santo, y una sencilla candelería cuyos rescoldos aún perduran a la orilla de la calle Tesoro... y Tú, siempre Tú...

Luego llegó el palio de mi adolescencia, el que derramaba palomas por las esquinas de San Zoilo y recortaba el ansia de grandeza de quien crea que sólo el hilo de plata otorga prestigio a tu reino, como si hiciesen falta añadidos artificiales a tu Divina Majestad... y en el centro de todo Tú... siempre Tú.

Y ahora regresa la arrogancia del nombre propio al Paraíso, la soberbia que manejaba con férrea mano el timón de tu navío, la que gobernaba tu casa como si de un cortijo se tratase, para iluminarnos de nuevo, con su vasta sabiduría, con su especial sensibilidad; el ego que vino a salvarnos de lo que él mismo nos dejó en herencia hace apenas un cuarto de siglo y que de repente no era digno de tu magnificencia... olvidando en su infinita ignorancia, que la Gloria eres Tú, la Magia eres Tú, el Cielo eres Tú... siempre Tú y sólo Tú... que eres el Alfa y la Omega de nuestra existencia y que no eres ni más bella ni más pura ni más excelsa que hace tres días por obra y gracia del hombre, de ningún hombre, porque no se puede mejorar la excelencia...que nadie crea ser la causa de tus maravillas porque Tú ya eras maravillosa... y el pueblo lo sabe...



Encontró toda Córdoba tu mirada mucho antes de que amurallasen el hogar de mi memoria y la seguirá hallando, entre el blanco y oro de mi infancia o rebuscándote en el mar de plata en que ahora te bañas, por muchas tempestades que azoten tu calma... por los siglos de los siglos...


Yo no entiendo de cuadrillas,
ni de marchas ni de flores,
sólo se que tus orillas
están llenas de pasiones
de tu gente más sencilla,
que no sabe de escultores,
saetas o canastillas,
de orfebres ni de pintores.

No te hace falta corona,
ni esmeraldas que te adornen,
ni las más radiantes joyas
llenas de historia y pronombres;
pero si que a todas horas
la fe del pueblo te honre,
rezando, Blanca Paloma,
Soberana de los hombres.

Podrá no ser oro fino,
lo que borde tu figura,
porque tu rostro divino
no necesita envoltura,
por ti me siento cautivo,
de tu luz y tu hermosura;
no necesito motivo,
para buscar tu fortuna.

Quizá te falte en el paso
plata pura en los varales,
deslumbrando en el ocaso
al que sepa de hermandades,
aunque no fuera bordado
lo que tu manto engalane;
¿qué tienes que has camelao
a todo el pueblo en la calle?...

Y todo el pueblo lo sabe
cuando a la calle Tú sales
Córdoba entera busca tu hermosura,
aunque te azote con tempestades
el mar de la dictadura.

Guillermo Rodríguez




martes, 23 de abril de 2013

Ser cofrade


Qué extraño es el universo cofrade, que adolece de humildad, de abrazos desinteresados, de amistad y de hermandad…que carece de verdad; donde las miserias mundanas se hicieron hueco desde siempre y donde el espíritu limpio que un día se forjó, se fue tiñendo de oscuridad o huyó para no volver. Demasiados son los que llegan a servirse y no a servir, demasiadas sillas reservadas, demasiados azulejos con nombres y apellidos, demasiados intocables con altares en las esquinas impartiendo sabiduría entre el incienso de su corte…Marcharon cada vez más lejos los que llegaron con ilusión juvenil a ofrecer un pedazo de su vida… y mientras tanto, las casas de hermandad se llenan de pobres hombres que necesitan un cargo para sentirse importantes o que se sienten importantes porque tienen un cargo.

Más respetar a tu hermano
y menos golpes de pecho,
 querer ser mejor cristiano
y andar siempre por derecho.


El fuego de tus palabras
se aventa con la mentira,
con el odio y la venganza
por la alegría enemiga.

Nunca será buena gente
quien dos caras necesita,
huyendo de ser valiente
por defender su conquista.

Cuando el rumbo se ha perdido
por atajos no se halla,
que la verdad es el camino
que más esfuerzos depara.

Ser cofrade es mucho más
que ir de corbata y medalla
luchando por figurar,
sembrando nuevas batallas,
destrozando mi Hermandad.

Guillermo Rodríguez
















domingo, 21 de abril de 2013

70 años de Ntra. Sra. de la Paz y Esperanza

El 18 de Octubre de 2009 se produjo un hecho que bien podría ser catalogado, en nuestra humilde opinión, de insólito en la historia de la Hermandadde la Paz y Esperanza. La Juntade Gobierno presidida por el actual hermano mayor, decidió conmemorar una efeméride que no suele ser celebrada por una corporación. Lo habitual es festejar los veinticinco, cincuenta, setenta y cinco, cien años de existencia... celebrar un setenta aniversario puede ser tildado de original siendo suave u ocurrente, siéndolo menos.


La fecha elegida también resulta cuanto menos curiosa. Salvo desconocimiento por nuestra parte, (sabido es que la naturaleza reparte cualidades de forma desigual entre los seres humanos), no hay hecho destacable en la historia de la hermandad capuchina que haya tenido lugar un 18 de octubre, festividad de San Lucas Evangelista.

Para poderlo trasladar a nuestros queridos lectores, nos encantaría que quien tenga constancia, nos informase del motivo de ambas elecciones; celebración de un septuagenario y elección del día señalado, ya que estamos convencidos de que tuvieron que existir importantes razones para tomar ambas decisiones y no pudo ser fruto del capricho ni la casualidad.


El citado día, tal y como indica el cartel que se publicó para difundirlo, la Reinade la Paz, sobre una parihuela, caminó en Rosario matinal desde Capuchinos hasta la Parroquia de San Andrés pasando por la plaza de la Corredera y deteniéndose en la Iglesia de la Piedad. Que sepamos no existe vínculo ni con la plaza ni con la iglesia en cuestión. Sí lo hay con la parroquia donde residen la Esperanza y el Buen Suceso; La Virgen de la Paz fue bendecida y estuvo unos meses allí. Sin embargo, una vez más en nuestra humilde opinión, ya que se decidió transitar fuera del barrio, hubiese tenido más sentido acercarse hasta San Lorenzo, no mucho más allá, parroquia a la que pertenecía la desaparecida ermita de San Juan de Letrán donde se fundó la hermandad y en la que se encuentra la imagen del Señor de la Humildad en torno a la cual se constituyó, por la que, dicho sea de paso y que se sepa, no ha habido jamás intento alguno, aunque hubiese sido infructuoso, por darle culto y convertirlo en Titular. 


El hecho de elegir San Andrés como destino del Rosario y origen de un Traslado, causó otra situación inusitada. Como se quiso que la Señoravolviese al Santo Ángel sobre su paso, y al no permitir sus particulares dimensiones a causa de las ochavas, atravesar el dintel de la puerta,  se decidió que el regreso se realizase sin palio. Sin entrar en valoraciones subjetivas (el gusto es personal e intransferible) ni artísticas (no nos corresponde valorar la hechura de un paso concebido para llevar palio, sin él y con unos llamativos candelabros arbóreos y faroles prestados), resulta curioso que una Imagen que jamás había salido a la calle en su paso sin palio, lo hiciese por vez primera, solamente porque, por algún motivo que nuestra ignorancia nos impide descifrar, había que volver de San Andrés sobre el paso. A nuestro entender, hubiese bastado con regresar en la misma parihuela en que se llegó para evitar la extraña postal.


Finalmente, un último detalle llamó poderosamente nuestra atención aquella tarde. La Banda Municipal de Huévar, que llevaba desde nada menos que dieciséis años tras el manto de nuestra Madre y que, casualmente había estrenado la cuaresma inmediatamente anterior una de las marchas que componen el patrimonio musical de la Palomade Capuchinos, A mi Reina de la Paz, no fue invitada a un acto que quiso revestirse de una importancia a nuestro juicio excesiva. Se contó en cambio con la Banda de Música María Santísima de la Esperanza, habrá quien diga que porque el punto de partida de la comitiva era San Andrés, su casa. Otros dirán que se estaba gestando un contrato para el Miércoles Santo que finalmente no se materializaría por cuestiones pecuniarias, y que pasaba por dejarle claro a nuestros hermanos de la localidad aljarafeña que se estaba determinado a dejar de contar con ellos si no rebajaban una vez más y drásticamente sus pretensiones económicas... las cosas de la rumorología...


Tal y como hemos escrito en ocasiones anteriores nos parece muy importante rememorar nuestro pasado y colaborar, con nuestro humilde granito de arena, a que la historia sitúe cada circunstancia en su justa medida y poniendo a cada cuál en su sitio.

De nuevo la rumorología, prácticamente convertida en certeza, advierte de que un hecho similar se podría producir con el imagen del Rey de Capuchinos, al cumplirse setenta años de su bendición en los primeros meses de 2013. La hermandad ha cometido ya el disparate de celebrar en 2009 un setenta aniversario. ¿Es absolutamente imprescindible cometer el mismo desatino con la Imagen del Señor en 2013?; ¿Sería posible hacer las cosas bien y celebrar el setenta y cinco aniversario como es lógico y normal?; ¿Saldremos de nuevo en 2015?; ¿Es necesaria tanta salida extraordinaria?. Alguien podría pensar que hay que celebrar el setenta aniversario porque para el setenta y cinco la vara dorada habrá cambiado de mano. Como estamos convencidos de que no es así, por favor que no lo parezca.


Guillermo Rodríguez


Recordatorio Cambios de rumbo
Recordatorio A mi Reina de la Paz